Hoy todo debe trasparentarse, y mencionamos un aspecto. Al irse debilitando el peso de los Colegios profesionales, una consecuencia directa está siendo la falta de trasparencia en el acceso igualitario a cargos, asesorias y estúdios publicos y privados en el campo profesional y universitario. Pasa mucho con los arquitectos.
La desarticulación del gremio por un espiritu de deserción corporativa y una indiferencia descomprometida hacia temas comunes en que esta ausente el sentido asociado, lo facilita. Impide que se juegue con las mismas reglas, generandose grandes conflictos de intereses. Sin duda, la aparición de realidades asimétricas es incidente, pero la perdida creciente del ejercicio ético de la profesión en igualdad de condiciones y oportunidades es un factor de ambigüedad de estándar muy desnivelante a la hora de ejercer nuestra profesion. No existe claridad que la meritocracia y la trasparencia está por sobre todo.
Donde el tema ha sido mas sensible es respecto del acceso igualitario a proyectos y asesorias publicas. Hay escasos concursos de estudios, pocas oportunidades para quienes se inician, los requerimientos son muy burocraticos, las exigencias economicas desmedidas e innecesarias lo que facilita una endogamia profesional en que unos pocos privilegiados -los de siempre- casi se han “posesionado” de los registros de consultores o estan en la mira de los mandantes formandose, muchas veces, verdaderas redes viciosas.
Sin duda, existe un sistema excluyente que dificulta la valorización de la capacidad intelectual como lo mas importante, apareciendo la sombra del juego del peso especifico -economico, social o politico- como un factor determinante. No hay una democracia real en el acceso al trabajo intelectual, universitario y profesional para los arquitectos. Hay mil formas de eludirla.
Los numerosos reclamos han forzado a los recientes Presidentes Nacionales del CA de Chile ha emitir cartas públicas instando al gobierno a llamar a licitación pública y abierta a todos los estudios de diseño arquitectonico e urbanistico de relevancia, señalando que el Estado debe ser el primero en cumplir con la trasparencia. Casos como los estudios de Refundacion de Chaitén, la Remodelación del Estadio Nacional, el reciente Pabellón Chileno en Shangai y tantos otros estan demostrando que la asignación directa es una mala práctica que se vuelve recurrente. Pero, en realidad, esto no es un fenómeno nuevo.
Lobby, padrinazgos, bases restringidas, necesidades de urgencia, restricción de divulgación, información privilegiada, ofrecimiento de estudios preliminares, concursos truchos e incluso donaciones de respetables instituciones son algunas de las formas utilizadas para obtener ventajas en la negociación y asignación de tratos directos. Sin duda ha surgido fuertemente la figura del arquitecto arrimado al poder, sea publico o privado, como el artífice que gestiona encargos, cuida nichos o inventa asesorías. En el ámbito privado es corriente. En el público, tambien parece tornarse una práctica.
El antónimo de la trasparencia es el secretismo, una vieja costumbre que ni el ChileCompra ha podido eliminar. Como país no creemos en el valor del mérito para alcanzar los mejores resultados. ¿Que es la ética? diran algunos. Sin duda, jugar con reglas claras en libre competencia donde triunfa lo mejor.
La desarticulación del gremio por un espiritu de deserción corporativa y una indiferencia descomprometida hacia temas comunes en que esta ausente el sentido asociado, lo facilita. Impide que se juegue con las mismas reglas, generandose grandes conflictos de intereses. Sin duda, la aparición de realidades asimétricas es incidente, pero la perdida creciente del ejercicio ético de la profesión en igualdad de condiciones y oportunidades es un factor de ambigüedad de estándar muy desnivelante a la hora de ejercer nuestra profesion. No existe claridad que la meritocracia y la trasparencia está por sobre todo.
Donde el tema ha sido mas sensible es respecto del acceso igualitario a proyectos y asesorias publicas. Hay escasos concursos de estudios, pocas oportunidades para quienes se inician, los requerimientos son muy burocraticos, las exigencias economicas desmedidas e innecesarias lo que facilita una endogamia profesional en que unos pocos privilegiados -los de siempre- casi se han “posesionado” de los registros de consultores o estan en la mira de los mandantes formandose, muchas veces, verdaderas redes viciosas.
Sin duda, existe un sistema excluyente que dificulta la valorización de la capacidad intelectual como lo mas importante, apareciendo la sombra del juego del peso especifico -economico, social o politico- como un factor determinante. No hay una democracia real en el acceso al trabajo intelectual, universitario y profesional para los arquitectos. Hay mil formas de eludirla.
Los numerosos reclamos han forzado a los recientes Presidentes Nacionales del CA de Chile ha emitir cartas públicas instando al gobierno a llamar a licitación pública y abierta a todos los estudios de diseño arquitectonico e urbanistico de relevancia, señalando que el Estado debe ser el primero en cumplir con la trasparencia. Casos como los estudios de Refundacion de Chaitén, la Remodelación del Estadio Nacional, el reciente Pabellón Chileno en Shangai y tantos otros estan demostrando que la asignación directa es una mala práctica que se vuelve recurrente. Pero, en realidad, esto no es un fenómeno nuevo.
Lobby, padrinazgos, bases restringidas, necesidades de urgencia, restricción de divulgación, información privilegiada, ofrecimiento de estudios preliminares, concursos truchos e incluso donaciones de respetables instituciones son algunas de las formas utilizadas para obtener ventajas en la negociación y asignación de tratos directos. Sin duda ha surgido fuertemente la figura del arquitecto arrimado al poder, sea publico o privado, como el artífice que gestiona encargos, cuida nichos o inventa asesorías. En el ámbito privado es corriente. En el público, tambien parece tornarse una práctica.
El antónimo de la trasparencia es el secretismo, una vieja costumbre que ni el ChileCompra ha podido eliminar. Como país no creemos en el valor del mérito para alcanzar los mejores resultados. ¿Que es la ética? diran algunos. Sin duda, jugar con reglas claras en libre competencia donde triunfa lo mejor.
1 comentario:
Muy de acuerdo en todo lo que allí dices, pienso lo mismo y lo he sufrido. Hay que abogar por cambiar los registros de consultores (MOP y MINVU principalmente), deberían tambien regionalizarse porque de otro modo todo queda en las oficinas de Santiago-Chile. Se debe dar mejores posibilidades de inscripcion a los arquitectos jovenes, que queda absolutamente out
A. ZELADA E.
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