Tal vez sea el período del año, pero la hiperreiteración de muchos rostros y temas coyunturales en los “mass media”, llega a saturar, aburriendo. Tan sobrevendidos están, que de solo verlos, cambiamos automaticamente el switch. Un zapping y ya. Por esta misma razón, es curioso como la Bienal de Arquitectura 2008 inaugurada y cerrada en Santiago, Chile con la problemática “Una Arquitectura que Cuide Nuestra Tierra” que antes era una exposición de impacto nacional, este año pasó sin pena ni gloria. Entre tanto simposio, evento, seminario, congreso, encuentro o mesa redonda, el tema de la Arquitectura Sustentable aparece demasiado trajinado y saturado de información, produciendo déficit atencional. Inicialmente mencionado en cuanta pagina especializada de arquitectura, urbanismo o ecología pueda existir, pasó a ser un paradigma público en boca de todos, lo que ha terminado por desmerecer su vigencia. Sin embargo, el mensaje entró fuerte en la conciencia de la gente. La mirada cotidiana ve contaminación y desnaturalización por todos lados. Acaso ¿Está sobrevendido el tema de la intervencion anomala con la naturaleza y el paisaje? Aun no.
La gente igual esta saturada de antenas que interfieren el paisaje y reclama, lo que ha llevado a concebir “antenas palmeras” como forma de mitigación. Se cubren humedales, a pesar de tanta campaña ecologista, pero se han parado proyectos millonarios. El movimiento ciudadano “Salvemos la Ciudad” en Vitacura casi derriba al invencible Torrealba. Pasa que el tema a nivel micro es multiplicativo. Los hechos pujan por sobriedad, considerando que hay que vivir con menos, minimizar el uso de energía y preservar la poca naturaleza superviviente que va quedando.
Pasando por la calle, veo hiedras cubriendo panderetas de cemento, tal vez, para encubrir la fealdad y el “look barato” medio poblacional que tienen, lo que me lleva a recordar que antes, si un edificio se recubría con verde era signo de mala arquitectura, como si esconder los muros, ocultaran algún pecadillo de diseño. Una mala solución se salvaba con plantas. Hoy en cambio la arquitectura top se recubre de verde a escala urbana como una manera de reconocer la relación con lo natural. Se revirtió todo. ¿Acaso entonces, la arquitectura actual no encanta por si sola, si no tiene el relato verde?
Los cambios culturales inevitables que se vienen, están por promover un nuevo capitalismo, no del desecho y el derroche, sino de reutilización y reciclaje. Esta crisis económica global, es parte de lo mismo. Apuntando a ello, esta Bienal montó y sacó al Parque Forestal, un Pabellón Contenedor con andamios de construcción y materiales reutilizables o reutilizados actuando de membranas tejidas. Como un ícono arquitectónico reciclable, representa para donde vamos. Muros de cartón corrugados apilados sirven para la presentación de los contenidos. Todo componente será desarmado para ser reutilizado. La caridad empieza por casa. Es cierto que el exceso de información produce falta de atención, pero el tema está instalado en la base de la pirámide: Hay que salvar el planeta. Ahora, lo que vale es encontrar soluciones ¿No pasará a estas alturas del año que todos nosotros, también estamos sobrevendidos y sobreexpuestos?
Comité editorial
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